Este es el regreso de un juego que amamos en 2006 mejorado pero imperfecto
Casi dos décadas después de su lanzamiento original, Dead Rising regresa en su versión remasterizada, manteniendo tanto sus encantos como sus defectos característicos. Dead Rising Deluxe Remaster no es una reinvención, sino una mejora visual y funcional que preserva la esencia del original mientras añade algunas mejoras modernas que facilitan la experiencia en 2024.
Un Clásico que Resiste el Paso del Tiempo
Dead Rising siempre ha tenido un estilo único dentro del género de los juegos de zombis. Mezcla el caos de un apocalipsis zombi con el humor absurdo de un centro comercial invadido por hordas de no-muertos y jefes caricaturescos conocidos como “psicópatas”. En Dead Rising Deluxe Remaster, volvemos al centro comercial de Willamette, acompañando al intrépido reportero Frank West en su lucha por sobrevivir, salvar a los sobrevivientes y descubrir el origen del brote zombi.
El juego sigue conservando el tono caótico y absurdo que lo hizo destacar en su lanzamiento original. Puedes usar casi cualquier objeto como arma, desde katanas hasta batidoras, y curarte con una dieta ridículamente variada que incluye litros de jugo de naranja o enormes baguettes. Este estilo combina momentos ridículos y serios, creando una atmósfera que es tan entretenida como extraña.
Mejoras Bienvenidas, pero con Limitaciones
A pesar de no ser un remake completo, el remaster trae consigo mejoras importantes. Una de las más notables es la posibilidad de moverte y disparar al mismo tiempo, algo que en el original era frustrantemente limitado. También se ha mejorado el sistema de guardado, con auto-guardados al pasar entre secciones del centro comercial, eliminando el tedio de tener que correr hasta un baño para salvar tu progreso.
Otra adición destacada es el nuevo sistema de navegación con brújula, que ahora señala las rutas óptimas y ajusta los atajos desbloqueados. Las barras de durabilidad para las armas también son una mejora sencilla pero útil, eliminando la incertidumbre sobre cuándo tu preciada arma se romperá.
Sin embargo, no todo ha sido arreglado. Los NPCs, que Frank debe rescatar y escoltar de vuelta al refugio, siguen siendo frustrantemente torpes, a menudo quedando atrapados entre los zombis o perdiéndose en su camino. Este es uno de los aspectos que habría sido más adecuado pulir en una versión moderna, pero en este remaster los sobrevivientes aún tienden a ser más una carga que una ayuda.
Un Mundo Absurdamente Encantador
El encanto de Dead Rising también reside en su mundo. El centro comercial es el verdadero protagonista, con tiendas temáticas que te invitan a explorar y experimentar. Desde zombis con cabezas de Servbot tropezando en fuentes hasta Frank West vestido de Mega Man, el juego está repleto de momentos visualmente ridículos que complementan su historia absurda y su jugabilidad única.
Los jefes “psicópatas” también añaden una capa de comedia oscura. Personajes como cazadores armados o un policía abusivo representan caricaturas exageradas de los peores aspectos de la sociedad. Aunque estos personajes no ofrecen un comentario profundo, sus enfrentamientos suelen ser entretenidos por su exageración, más que por su relevancia o mensaje.
Conclusión: Un Regreso Nostálgico con Altibajos
Dead Rising Deluxe Remaster es la mejor versión de un clásico que, a pesar de sus mejoras, sigue mostrando algunos de los problemas de su diseño original. Las nuevas características, como los auto-guardados y el movimiento mientras disparas, son cambios bienvenidos que hacen que la experiencia sea más fluida y menos frustrante. Sin embargo, aspectos como los NPCs problemáticos y el combate a veces torpe recuerdan que este juego no ha envejecido perfectamente.
A pesar de sus defectos, Dead Rising Deluxe Remaster sigue siendo una experiencia divertida y única, especialmente para aquellos que quieran revivir la locura de enfrentarse a hordas de zombis en un centro comercial. No es un juego que te hará correr a comprar una consola nueva, pero es una entrega nostálgica que vale la pena revisitar.