Serie The Last of Us

The Last of Us: ¿dónde quedó la Ellie que conocimos?

Desde el lanzamiento de la serie de HBO, The Last of Us, los fanáticos han estado ansiosos por ver cómo se traduciría el intenso mundo del videojuego a la pantalla chica. Ellie Williams, la protagonista adolescente que conquistó a los jugadores con su personalidad fuerte y desafiante, ha sido el centro de atención. Sin embargo, al llegar al final de la segunda temporada, muchos se preguntan: ¿qué pasó con la Ellie que conocimos y amamos en los juegos?

Cuando la serie comenzó, había razones para ser optimistas. La primera temporada presentó una Ellie que, aunque un poco más inmadura y desafiante, todavía resonaba con la esencia del personaje original. La serie incluso exploró aspectos de su vida, como su sexualidad, que no se profundizaron hasta más tarde en los juegos. Sin embargo, a medida que la trama avanzaba hacia la segunda temporada, los cambios en su carácter se hicieron más evidentes.

En los videojuegos, especialmente en The Last of Us Part 2, Ellie se transforma en una figura endurecida por las tragedias personales y la supervivencia en un mundo postapocalíptico. Su evolución hacia una vengadora implacable, moldeada por las enseñanzas de Joel, su figura paterna y mentor, es una parte crucial de su arco. Esta Ellie es meticulosa, calculadora y, sobre todo, una sobreviviente nata. Sin embargo, la adaptación televisiva parece haber optado por un camino diferente, presentando a una Ellie que a menudo resulta infantil y, a veces, hasta torpe.

La serie muestra a una Ellie que toma decisiones impulsivas y a menudo contraproducentes, lo cual resulta desconcertante dado su entrenamiento como líder de FEDRA dentro de la trama. En lugar de ser la fuerza impulsora detrás de su búsqueda de venganza, Ellie se presenta como un eslabón débil que frecuentemente pone en peligro a sus compañeros. Su tendencia a lanzarse a situaciones peligrosas sin un plan claro no solo va en contra de su caracterización en los juegos, sino que también debilita la narrativa de la serie.

Uno de los momentos más evidentes de esta desconexión ocurre cuando Ellie, en su afán por encontrar a Abby, se ve superada por zombis en un ataque que parece más consecuencia de su imprudencia que de las duras realidades del mundo en el que vive. En contraste, Dina, su compañera, parece ser quien realmente tiene las habilidades y el sentido común necesarios para sobrevivir en un entorno tan hostil. Este cambio en la dinámica de poder entre los personajes no solo es decepcionante para los fanáticos del juego, sino que también plantea preguntas sobre las decisiones creativas detrás de la serie.

En resumen, la segunda temporada de The Last of Us, aunque llena de momentos impactantes y visualmente impresionantes, ha llevado a los espectadores a cuestionar la fidelidad de la serie respecto al material original. La Ellie que muchos llegaron a admirar parece haberse perdido en la traducción, dejando a los fanáticos esperando que futuras temporadas puedan redimir su personaje y devolverle la profundidad y fortaleza que merece.

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